Esta semana, se inicia la etapa final de un sueño, el sueño de más de 31 millones de peruanos que luego de más de 35 años, anhelamos estar en un mundial de fútbol. Pero para cumplir este sueño hay que pasar una prueba final, y esta es ante el equipo de Nueva Zelanda.
Hablar de Nueva Zelanda podría convertirse en toda una “Xperiencia”, el solo hecho de encontrarse al otro lado del mundo, genera curiosidad de saber qué hay allá, cómo se vive, cuáles son sus costumbres, qué idioma hablan, y lo más importante en este momento, ¿cómo juegan al fútbol?
Se encuentra ubicada en Oceanía, y si bien tienen tres idiomas oficiales, el que predomina largamente es el inglés. Cuenta con ciudades que se encuentran en el ranking de ciudades con mejor calidad de vida en el mundo, la mayor parte de su población de ascendencia europea y cuenta con una minoría, aunque importante, que son los indígenas maoríes, de quienes proviene el ya famoso Haka (inspirado en una danza maorí), realizada por el equipo de rugby más importante de mundo, los All Blacks.
Nueva Zelanda es un país, con escenarios naturales que son simplemente magia para los sentidos de quienes tengan la suerte de visitarlos, playas paradisíacas, lagos hermosos, glaciares, museos, entre muchas otras cosas por hacer, sin embargo, algo que tal vez no muchos conocen, es que estos hermosos lugares sirvieron de escenario para la grabación de la multi premiada trilogía cinematográfica de El Señor de los Anillos y la película de El hobbit, ¡toda una experiencia!
En el ámbito deportivo, al hablar de Nueva Zelanda uno asocia de inmediato al equipo de rugby, denominado los All Blacks (selección de rugby de Nueva Zelanda), el cual ha sido en reiteradas ocasiones campeón del mundo, sin embargo, al hablar de fútbol, la historia es diferente. El equipo de fútbol de Nueva Zelanda, denominado los All Whites, ha logrado 5 títulos en la OFC (Confederación de Fútbol de Oceanía), siendo el más reciente el año 2016, ha participado en 2 mundiales (1982 y 2010) y ha jugado recientemente la Copa Confederaciones contra equipos como Portugal, México y Rusia, donde si bien perdió los 3 partidos, exhibió un juego aceptable y jugadores con muy buenas condiciones. Si hablamos de clubes, la liga local es semi profesional, siendo el único equipo profesional, el Wellington Phoenix Football Club que juega en la primera división de la liga australiana.
Hablar de Nueva Zelanda y no dedicar un espacio para los All Blacks, sería casi un pecado. Son una leyenda en el mundo del rugby, no hay lugar donde se les conozca, donde no sean admirados, no solo por su juego, sino por la historia que los precede, por los títulos que han ganado, por la cultura interna del equipo, los valores que respetan, por la actitud con que juegan, siendo símbolo de esto último, el mundialmente famoso “haka”, danza maorí con que inician cada uno de sus partidos e intimidan a sus rivales sin siquiera haber iniciado el encuentro, mira este famoso baile aquí
En el rugby existe la Copa Mundial de Rugby, la cual se juega cada 4 años desde 1987. Los All Blacks la han ganado en tres ocasiones (1987 y 2011 y 2015). Asimismo, juegan en el Rugby Championship, con Argentina, Australia y Sudáfrica, todas potencias de este deporte, habiendo ganado trece veces en los dieciocho años de historia del torneo, siendo el país que en más ocasiones lo ha obtenido. Han ganado el 77% de sus partidos, es el equipo que más puntos ha obtenido en la historia y han sido elegidos el mejor equipo del año siete veces desde el año 2005.
Debo reconocer que soy un admirador de los All Blacks hace varios años, no solo por lo que hacen en el campo de juego, sino por cómo se maneja el equipo, con un liderazgo acertado desde los directivos del equipo, pasando por el entrenador, los líderes dentro del campo, y la importancia del rol que juega cada integrante dentro del equipo. Un ejemplo de manejo, que bien puede compararse y tomarse como mejores prácticas, al momento de dirigir una empresa.
Sin embargo, mientras escribía el artículo, mi mente volvió a la realidad y me di cuenta de que, gracias a Dios, la clasificación al mundial de Rusia 2018, Perú la está jugando contra los All Whites de Nueva Zelanda, y no contra sus “hermanos”, los All Blacks, por tanto, vuelvo a ver la clasificación con esperanza.
Han pasado 35 años, desde España 1982, para estar nuevamente cerca de clasificar a un mundial. Este artículo lo escribo como peruano, como un peruano ilusionado que espera que su selección llegue nuevamente al mundial, y poder ver por primera vez a mi equipo jugar, ya que en 1982 tenía 5 años y no recuerdo nada. Ya me cansé de ponerme la camiseta del equipo que más simpatía me genera en cada mundial, me cansé de gritar los goles de otros equipos, me cansé del “casi”, del “uffff”, del “estuvimos muy cerca”, entre otras frases que solo sirven de consuelo ante un nuevo fracaso.
Estamos más cerca que nunca del sueño del mundial, sin embargo, quiero dejar algo en claro. Este proceso con el líder Ricardo Gareca a la cabeza, se inició con el objetivo de clasificar al mundial 2022, sin embargo, por mérito del equipo y cuerpo técnico, estamos todos ilusionados con clasificar al mundial del 2018. Si clasificamos es porque fuimos capaces de ganar a Nueva Zelanda, y todos los peruanos estaremos celebrando, pero si no ganamos, no lapidemos al equipo, menos aún al cuerpo técnico, solo quedará seguir trabajando para el objetivo inicial que era clasificar al mundial 2022.
Evidentemente, la frase anterior es algo en lo que no estoy pensando, mi corazón y mi mente solo están puestas en la clasificación de Perú, luego de ganar a la respetable selección de Nueva Zelanda, los All Whites, quienes también tienen ilusiones, también sueñan con ver a su equipo en el mundial, sin embargo confío en que esta vez sin nuestro líder Paolo Guerrero, nuestros 11 “Guerreros” y los que están en la banca esperando una oportunidad, saldrán a ganar tanto en Wellington como en Lima, para al fin, luego de 35 años de espera, podamos gritar a todo pulmón la tan ansiada clasificación. ¡Arriba Perú!